Quimioterapia y salud bucal: por qué una revisión odontológica previa puede marcar la diferencia

Cuidados vocales en una paciente que se está haciendo quimioterapia.

Tabla de contenido

Cuando el oncólogo confirma que necesitas quimioterapia, lo último que suele pasarnos por la cabeza es pedir cita con el dentista. Sin embargo, esa visita “menor” puede evitar llagas dolorosas, fiebre, retrasos en la medicación e incluso la pérdida de varios dientes. Este artículo –pensado para pacientes y familiares– explica, con un lenguaje claro y algo de profundidad, por qué la boca juega un papel clave antes, durante y después del tratamiento oncológico.


1. La quimioterapia no distingue buenas de malas células (y la boca lo nota)

La quimioterapia actúa porque ataca tejidos que se reproducen rápido. El problema es que las células de la mucosa oral, la raíz del cabello o la médula ósea también se dividen con gran velocidad. En condiciones normales, los microdaños de la mucosa cicatrizan casi sin que lo notes, gracias a la saliva –un “gel natural” lleno de enzimas, minerales y anticuerpos.

Cuando el fármaco entra en acción, la película protectora de saliva disminuye, la regeneración celular se ralentiza y el equilibrio microbiano se rompe. El resultado suele presentarse en tres frentes:

  • Xerostomía (boca seca): la glándula salival produce menos fluido; pierdes la sensación de humedad, la lengua raspa el paladar y el habla se vuelve pastosa.
  • Mucositis: la capa de células que recubre mejillas, encías, labios y lengua se inflama, se enrojece y, con frecuencia, desarrolla llagas blanquecinas.
  • Infecciones oportunistas: hongos como Candida albicans o bacterias cariogénicas aprovechan la puerta entreabierta para multiplicarse con mucha menos oposición inmunitaria.

Todo esto no solo duele: una úlcera infectada puede obligar al oncólogo a bajar la dosis de quimioterapia o retrasar un ciclo entero. De ahí la importancia de comenzar el tratamiento con la boca en las mejores condiciones posibles.


2. El circuito “saliva-esmalte”: cómo la sequedad causa caries fulminantes

Quizá el efecto secundario que suelo recalcar más a mis pacientes es la xerostomía porque desencadena el resto de problemas. “Sin saliva –explico siempre– tu boca pierde el sistema de autolimpieza y el de autoreparación”.

  • Autolimpieza: cada vez que tragas, un pequeño chorro de saliva se lleva restos de comida, neutraliza ácidos y barre bacterias. Si ese flujo se seca, la placa se adhiere con más fuerza y el pH tarda mucho en regresar a niveles neutros.
  • Autoreparación: los minerales de la saliva (calcio, fosfato y fluoruro) vuelven a “soldar” microfracturas del esmalte causadas por el ácido. Sin este intercambio, la parte exterior del diente se vuelve porosa, opaca y extremadamente vulnerable.

En adultos sanos, una caries coronaria puede tardar 2-3 años en perforar el esmalte. En pacientes con xerostomía severa, he visto caries “rampantes” agravar piezas en apenas tres meses. Alcanzar la pulpa en plena quimioterapia complica todo: anestesias que no coagulan igual, bacteriemias, antibióticos que se cruzan con la medicación oncológica… Mejor evitarlo desde el principio.


3. Revisión odontológica previa: qué se hace y cuándo programarla

La “visión de dentista” antes de la quimio no es solo mirar la boca con un espejito. Consta de cuatro pasos bien medidos:

a) Historia clínica y radiografía selectiva

⚬ Se actualiza tu medicación, alergias y recuento sanguíneo.
⚬ Se toma una radiografía periapical o una panorámica para descartar caries ocultas, infecciones apicales o raíces fracturadas.

b) Limpieza profesional y pulido

⚬ Eliminamos sarro y placa dura que irritan la encía.
⚬ Pulimos superficies rugosas para que la placa tarde más en reinstalarse.

c) Sellado de problemas “arreglables”

⚬ Empastes, pequeñas endodoncias, coronas fracturadas… lo que pueda curarse y cicatrizar en 10-14 días se soluciona antes del primer ciclo.

d) Extracciones estratégicas

⚬ Aquellas piezas con pronóstico imposible –movilidad extrema, infección crónica, fisura vertical– se extraen con margen de al menos 14 (preferible 21) días antes de empezar la quimio. Ese tiempo permite que el hueso forme un tapón sólido y la encía cierre sin complicaciones.

Cuándo pedir hora: tan pronto conozcas la fecha de tu primer ciclo. Si vas ajustado de tiempo, lo más urgente es controlar infecciones y sacar los “dientes bomba de relojería”; los empastes pequeños pueden esperar a la primera ventana de defensas altas entre ciclo y ciclo.


4. Tratamientos seguros y los que conviene posponer

MomentoTratamientos recomendadosTratamientos a evitar salvo urgencia absoluta
Pre-quimio
(3-2 semanas antes)
Limpieza, empastes, coronas, extracciones necesarias, barniz de flúorImplantes dentales, cirugías de injerto óseo
Entre ciclos
(cuando los neutrófilos > 1 000 – 1 500)
Ajuste de prótesis, control de mucositis, fluorizaciones tópicasCirugía invasiva, raspados subgingivales profundos
Días de nadir
(recuento muy bajo)
Solo urgencias con cobertura antibiótica y vigilancia hospitalariaCualquier procedimiento que sangre más de 30 s

Nota práctica: tu dentista pedirá al oncólogo el hemograma completo para elegir el día idóneo. Cuanta más comunicación exista entre ambos, menos sorpresas te llevarás.


5. Xerostomía: plan de batalla en 4 frentes

1 . Hidratación constante

Lleva un termo pequeño y da sorbos cada 10 minutos; no esperes a “tener sed”. El agua templada calma la mucosa y ayuda a tragar.

2 . Estimulación salival

Chicles sin azúcar, pastillas de xilitol o geles con ácido málico aumentan la presión sobre la glándula y engañan a tu cerebro para producir algo de saliva. Dos horas al día masticando o succionando pueden marcar una diferencia enorme.

3 . Lubricación nocturna

Existen geles o sprays humectantes de farmacia hechos con carboximetilcelulosa y glicerina. Aplícalos antes de dormir; despiertas con la boca menos pegajosa y reduces el trauma de la lengua contra el paladar.

4 . Fortalecimiento del esmalte

Barnices de flúor al 5 % (22 600 ppm) aplicados en consulta cada tres meses, más pasta de 1 500 ppm en casa, remineralizan el esmalte y frenan caries agresivas.

“La saliva es tu armadura invisible; sin ella, los dientes se quedan desvestidos. Si no podemos generar saliva, hay que imitar sus funciones.” –Explicación que doy a cada paciente antes de entregar el kit de xerostomía.


6. Cuidados diarios paso a paso (versión detalla)**

  1. Cepillo: cerdas ultra-suaves, cabezal pequeño. Recambio cada 4 semanas.
  2. Pasta dental: sin lauril sulfato (SLS) –el detergente que hace espuma y puede irritar llagas–. Busca 1 450-1 500 ppm de flúor.
  3. Seda interdental: encerada y plana. Desliza con delicadeza; si sangra la encía, es inflamación, no “corte”.
  4. Enjuague: de día, colutorio neutro con xilitol; de noche, flúor 0,05 %. Evita colutorios con alcohol (resecan más).
  5. Raspador lingual: arrastra suavemente de atrás hacia adelante. Reduce carga bacteriana y mal aliento.
  6. Dieta: cinco micro-comidas en vez de dos banquetes. Prefiere texturas blandas sin mucho azúcar ni acidez (pastas, pescados blancos, aguacate, batidos verdes).

7. Mucositis y candidiasis: cómo detectarlas y aliviarlas

Mucositis

  • Señal temprana: encía brillante, color rojo oscuro.
  • Prevención: enjuagues con agua salina fría (1 cdita. sal / 250 ml) cuatro veces al día, hielo picado 10 min antes y 30 min después de la perfusión (crioterapia oral).
  • Tratamiento: si aparecen úlceras, el dentista puede recetar gel de ácido hialurónico o enjuague de malva/aristosidón dos veces al día.

Candidiasis

  • Síntoma: lengua blanca, sabor metálico, sensación de “lija” al tragar.
  • Prevención: mantener pH neutro con sorbos de agua y lácteos sin azúcar.
  • Tratamiento: nistatina en suspensión o miconazol gel por 7-14 días.

Con estos pasos, más del 70 % de los pacientes controla lesiones sin interrumpir la quimio.


8. Casos prácticos – lo que he visto en consulta

Caso A: Carolina, 34 años, linfoma Hodgkin

  • Llamó cinco días antes del primer ciclo, con una caries profunda en molar inferior.
  • Se realizó endodoncia exprés y corona provisional.
  • A los 15 días, leucocitos a 800; mucositis leve, controlada con colutorio de manzanilla y suero bicarbonatado.
  • Terminó seis ciclos sin hospitalizaciones extras ni retratos.

Caso B: José, 56 años, carcinoma gástrico

  • No fue al dentista antes de la quimio.
  • Al segundo ciclo sufrió pericoronitis en una muela del juicio retenida.
  • Dolor + fiebre; oncólogo retrasó un ciclo y bajó la dosis.
  • Finalmente perdió dos molares y necesitó injerto óseo tras la remisión.

Moraleja: lo que parece “solo un diente” puede alterar el calendario oncológico completo.


9. FAQ para pacientes y familiares

¿Puedo blanquearme los dientes antes del tratamiento?
No se recomienda: los geles de peróxido irritan la encía y aumentan sensibilidad.

¿Qué pasa si ya empecé quimio y noto dolor en un diente?
Llama al dentista de inmediato: valorarás con radiografía y, si hace falta, se planificará tratamiento en el intervalo de defensas más alto con antibiótico preventivo.

¿La saliva vuelve a la normalidad al acabar la quimio?
En la mayoría de los casos sí, aunque puede tardar de dos a seis meses. Mientras tanto, sigue el protocolo de hidratación y flúor.

¿Necesitaré antibióticos para cada limpieza?
Depende de tu recuento de neutrófilos. Si está por debajo de 1 000 y la higiene sangrará mucho, sí; en otros casos, basta con colutorio desinfectante.


10. Conclusiones: una cita pequeña para un beneficio enorme

Una simple revisión odontológica, hecha con al menos dos semanas de margen, puede salvarte de infecciones, reducir la intensidad de la mucositis y evitar que el oncólogo tenga que posponer tu tratamiento. Recuerda:

  • Boca seca + placa = caries y llagas dolorosas.
  • Extracciones necesarias deben hacerse antes de iniciar la quimioterapia.
  • Comunicación fluida entre dentista y oncólogo = menos riesgo y menos ansiedad para ti.

Pide tu chequeo tan pronto se confirme la fecha del primer ciclo. Lleva una lista de medicinas actuales y comparte tus dudas sin miedo: nada es “demasiado tonto” cuando se trata de tu salud. Con la boca en perfecto estado, tendrás una preocupación menos y podrás centrarte en lo esencial: superar el cáncer con la mejor calidad de vida posible.

amdentalgdl@gmail.com

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